VANDANA SHIVA es una importante figura internacional en la defensa del Medio Ambiente, Física Teórica y Filósofa de la Ciencia, ecofeminista y escritora india, en 1993 recibió el Premio Nobel Alternativo.
Shiva nació en Dehra Dun (Uttaranchal), antiguamente parte del estado indio de Uttar Pradesh. Durante los años 70 participó en el movimiento Chipko, formado principalmente por mujeres que adoptaron la táctica de denuncia ecologista consistente en permanecer abrazadas a los árboles para evitar que fueran talados.
En 1982 creó la Fundación para la Investigación Científica, Tecnológica y Ecológica, la cual cuenta entre sus iniciativas el impulso y difusión de la agricultura ecológica (programa Navdanya), el estudio y mantenimiento de la biodiversidad (Universidad de las semillas, Colegio Internacional para la Vida Sostenible), fomentar el compromiso de las mujeres con el movimiento ecologista (Mujeres Diversas por la Diversidad), o la regeneración del sentimiento democrático (Movimiento Democracia Viva).
Tiene una potente capacidad, además de una eterna sonrisa, para comunicarse con la gente y explicar lo que está ocurriendo: la batalla genocida por el control mundial de los alimentos y de la vida. Un poder machista que representa un estilo de vida depredador y no sostenible.
En 1993, en reconocimiento a su dedicación a los movimientos alternativos y "... por situar a la mujer y a la ecología en el corazón del discurso moderno sobre el desarrollo", recibió el Right Livelihood Award, también conocido como el Premio Nobel Alternativo. Otros premios que ha recibido son el Global 500 de 1993 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP), el premio internacional del Día de la Tierra, también de las Naciones Unidas y el premio Vida Sana 1993.
Ha sido capaz de movilizar en la India 5 millones de campesinos contra la Unión General de Tarifas de Comercio (GAT) y de ponerse a la cabeza de la gran movilización en contra de la globalización del comercio en Seattle a finales de 1999. Actualmente es una líder del Foro Internacional sobre la Globalización, así como un miembro destacado del movimiento antiglobalización. Es Directora de la Fundación de Investigaciones para Políticas de Ciencia, Tecnología y Recursos Naturales, de la India y Visiting Fellow, Universidad de Oslo, Noruega.
En una entrevista le preguntaron ¿cómo surgió su conciencia política y ecológica?
Mi conciencia política y ecológica se ha desarrollado en varias etapas. Yo era una física entusiasta de la energía nuclear que me formaba para entrar en nuestra elite de la energía nuclear. Mi hermana, que era médico, me concienció de algo en lo que los físicos nucleares nunca piensan: que las radiaciones nucleares son peligrosas para la salud. Fue la primera vez en que me desperté a un mundo más allá de las inofensivas ecuaciones.
Mi siguiente paso fue el participar activamente en el movimiento Chipko cuando comprobé que los bosques del Himalaya iban desapareciendo a toda velocidad. Yo había crecido en sus bosques. Mi padre había sido conservador forestal y en mi infancia y juventud había observado un cambio terrible, lo que me llevó a convertirme en voluntaria del movimiento. El paso siguiente se produjo en 1982 cuando el ministerio de medio ambiente empezó a pedirme estudios. Ello llevó a la creación de la Research Foundation for Science, Technology, and Ecology. A través de ella realicé estudios participativos con comunidades y actividades de investigación que tuvieron éxito. Ganamos pleitos legales, conseguimos parar minas, monocultivos y la cría de langostinos.
El siguiente momento clave fue en 1994, el año en que sufrimos el crecimiento del terrorismo en Punjab. Estudié el Punjab para comprender por qué la tierra de la revolución verde, que había recibido el Premio Nobel de la Paz, se había convertido en una tierra de guerra. Empecé a establecer conexiones entre la violencia, el fundamentalismo, el terrorismo, la degradación ecológica, los sistemas económicos no democráticos y el desarrollo contra la voluntad de los pueblos. Fue el mismo año del desastre de Bhopal, que mató a 3.000 personas en una noche y que desde entonces ha ocasionado la muerte de un total de 30.000. Me vi obligada a examinar la agricultura industrial como un sistema bélico. Y me comprometí con la agricultura ecológica como sistema pacífico.
En 1987 me invitaron a una reunión donde las corporaciones presentaron sus planes para patentar semillas, semillas genéticamente modificadas, y conseguir tratados de libre comercio para impedir que nadie más tuviera libertad para hacer las cosas a su manera y cultivar sus propios alimentos. Decidí que tenía que empezar a recoger semillas y a proteger la biodiversidad. Desde entonces he trabajado con millones de campesinos para decir no a la OMC y al GATT, y con miles de agricultores- 200.000- para poner en marcha una alternativa.
Podemos crear nuestras propias economías y no tenemos que esperar hasta que nuestro Gobierno nos diga cómo hacerlo. Sólo necesitamos volvernos hacia nosotros mismos para obtener el permiso.
Artículos de Vandana Shiva publicados en Rebelión
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